Pensado para la comodidad, el jacuzzi es el protagonista de diversos ambientes de lujo. Ideal para un momento de relax durante el día, recuperar la vitalidad después del trabajo, o para crear una velada romántica, la clásica bañera de hidromasaje le otorgará experiencias únicas de intimidad, dispersión y éxtasis. Simplemente no hay ambiente de confort que desdeñe el encanto de un baño cálido y burbujeante, ¿Será tal vez el poder evocador de los entornos acuáticos y palpitantes que alguna vez todos habitamos?
Son muchos los hoteles que ofrecen suites y habitaciones con jacuzzi. Con certeza usted disfrutará de la tina a temperatura variable y el hidromasaje localizado, con sales de baño y espuma, en medio de un ambiente romántico enriquecido por velas, champaña, flores, toallas de hilo y luces tenues. El entretenimiento no queda fuera, con televisores de grandes pantallas LCD, sistema de cable, reproductor de películas y conexión inalámbrica a internet.
Y si la afición al jacuzzi es mayor, puede implementar uno en su propia casa, en la terraza, en el jardín o en alguna de las habitaciones, podrá empotrarlo en piedra, madera o cemento, sumando escalinatas o estructuras para la vegetación y el criterio paisajista de ser el caso.