Por definición un Spa (Del latín «Salut Per Aquam»: «Salud Por Agua») es el establecimiento que nos ofrece un servicio de sanación en base a las virtudes del agua. Con el paso del tiempo, alrededor de esta idea se han ido reuniendo diversas prácticas que buscan el bienestar de la persona: masajes, tratamientos de belleza, terapias de relajación… todas con el fin de llevarnos a un estado de armonía y confort: la sensación de encontramos en un oasis en medio de la ciudad.
En un spa podremos encontrar piscinas temperadas, jacuzzis, baños de chorro, de barro, de algas, termales, entre otros; además espacios de cardio & fitness. Nos ofrecerá diversos tratamientos de belleza para la piel, el cabello, el rostro, las manos, así como masaje corporal inspirado en milenarias prácticas medicinales como el Reiki, el Thai, el Ayurveda y el Shihatsu. En las últimas décadas se han difundido tratamientos de relajación basados en la reflexología, la aromaterapia y la cromoterapia. En un spa moderno también aprenderemos a desarrollar el equilibrio personal con clases de Yoga y relajación.
Tan importante como los servicios del spa es la arquitectura que alberga su actividad, siendo notable la armonía que emanan ambientes inspirados en la cultura o tema de los que provienen las diversas formas de sanación. Salones que evocan lo oriental y lo clásico, amplios jardines, salas de aromas, cubren el sentido de estos auténticos templos del cuerpo.
Actualmente incluso se editan guías de viaje motivadas ya no en ruinas ni catedrales, sino en dar a conocer los mejores spas del mundo, como el Auberge du Soleil en California, el COMO Shambale State en Bali y el Bad Ragaz en Suiza. Pasar una temporada en ellos será tan renovador como inolvidable.