La creatividad nos convierte en potenciales cazadores de objetos a los que podemos darle diversos usos tanto para nuestro beneficio como para el del planeta. En este post hablaremos de los frascos que podemos reciclar y convertir en otras cosas. Pon mucha atención.
Comúnmente resulta trabajoso deshacerse de los frascos de vidrio que pueden ser cualquier producto que consumimos como mermeladas, manjar blanco o mantequilla. Muchos de estos frascos tienen una forma bonita que se podría utilizar como florero, lámpara, portarretratos y un sinnúmero de cosas donde solo basta un poco de imaginación.
Estos tipos de proyectos son geniales y puedes compartirlos con tus hijos enseñándoles el valor de reciclaje y concientizándolos en el cuidado de nuestro planeta, bajo el lema “cuidemos el medio ambiente de manera divertida”.
Para hacer una lámpara necesitas frascos de varios tamaños, un poco de pintura que brilla en la oscuridad y pinceles. Solo debes hacer puntos o formas de distintos colores dentro del frasco. Una vez que esté seco, coloca el fresco cerca de una fuente de luz para que cargue energía. Cuando llegue la noche te darás cuenta de lo mágico que puede resultar este simple proceso.
Para hacer floreros toma un frasco de boca ancha y poner un poco de tierra y sembrar algunas plantas en ella. Esto es un mensaje significativo para ellos, más allá de esto puedes conseguir adornos florales que se adaptan muy bien a las terrazas.
Por último puedes utilizar los frascos que ya vas a botar y mezclarlos con el talento de tus hijos para hacer unas macetas decoradas. Llámalos y haz que los pinten y con unos cuantos dibujos propios usando pinceles delgados tendrán un obra perfecta. En estos frascos puedes sembrar plantas aromáticas para la cocina.