Desde el aspecto estético uno de los
focos más interesantes que se puede hallar viene a ser los denominados
halógenos, los cuales se caracterizan por no tener un cuerpo demasiado visible, siendo una buena alternativa para quienes prefieren ambientes que hasta en el más mínimo detalle resulten recatados estéticamente. Lo interesante es que estos
focos poseen los filamentos y la bombilla en gran parte metida dentro de lo que es el orificio de que sirve de conexión, lo único que se puede apreciar es la parte denominada como antideslumbrante y parte de la misma bombilla.
A diferencia de otra clase de focos, los de tipo halógeno funcionan en base a filamentos de tungsteno, teniendo estos a su vez en su interior un gas especial que se encarga de regenerarlos, razón por la que suelen tener un período de vida mayor a lo común sin que en algún momento comience a perder intensidad de luz. También existen focos halógenos que poseen una apariencia mucho más cercana a lo que viene a ser una lámpara, pudiendo inclusive poder buscar el ángulo de luz que se desea.
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