Cada país tiene un icono dentro de su flora que los identifica; en Jamaica esto también sucede con una de sus flores más conocidas y nos referimos a la Flor de Jamaica, también llamada Rosa Abisinia. Esta especie es un hibisco que pertenece a la familia de las malváceas y que proviene de África tropical; ya que sus orígenes se remontan desde el antiguo Egipto y Sudán hasta Senegal. Es una planta que se usa también con fines medicinales.
Las principales características de la Flor de Jamaica son: como planta malvácea anual, puede llegar a crecer de 1 a 3 metros de altura. Esta especie se reproduce mediante autofecundación. La flor que brota es de un color rojizo que tiene entre 3 y 4 centímetros de largo y está compuesta por 4 o 5 pétalos, los que le dan esa forma cónica que la hace reconocible, pues la asemeja a una pequeña amapola.
La Flor de Jamaica se produce por semilla y sus raíces no logran profundizar del todo y es una planta que requiere un fotoperiodo que supera las 11-11 horas-luz.
Podemos distinguir a la Flor de Jamaica por dos tipos de cultivares; el primero es de tallos ramificados y cáliz suculento y el segundo de tallos rectos que no cuentan con ramas, por lo general suelen tener espinas. Para su perfecta reproducción es importante que se formen parte de climas secos subtropicales y montañosos de matorral espinoso.
Las hojas pentalobuladas poseen unos 15 centímetros de longitud, que están alternas en el tallo y las flores de color rojizo en la base y más pálido a los costados. Éstas suelen crecer entre 8 y 10 centímetros de diámetro.
Uno de los atributos que más destaca en esta planta es el cáliz carnoso de color rojo intenso que es muy rico en ácido málico. La flor cuenta con ácidos orgánicos como cítrico, málico y tartárico.