Uno de los detalles más costosos pero a la vez lindos son la rosas, y es que a pesar de ser un detalle clásico nunca pasa de moda y es capaz de abrir el corazón más difícil. En este post vamos a aprender armar un ramo de rosas aprovechando las que están en el jardín. Que bien puede ser un regalo o parte de la decoración de un ambiente.
Comenzamos lavando el florero con agua caliente con un poco de detergente en un vaso con agua. Ahora lava la superficie interior, si es posible con un cepillo y enjuaga hasta disolver el detergente. Desinfecta el florero en una solución de lejía por un tiempo de cinco minutos y luego enjuaga. De esta manera eliminaremos bacterias que pueden atacar a la rosa.
A continuación tomamos las rosas que deben estar húmedas, procura conseguir las rosas que recién estén comenzando a abrirse ya que estas duran un poco más de lo normal.
Luego corta los tallos en forma de ángulo para que aumente el área donde la planta va absorber el agua.
Llenamos el florero con agua tibia y vamos introduciendo ramo tras ramo. Volvemos a cortar los tallos para evitar las burbujas de aire. Por lo general un tallo debe tener entre 23 y 25 centímetros de largo. Retira las hojas que caen por debajo del agua, pues estas podrían provocar el crecimiento de bacterias. Deshazte de las espinas para evitar que te lastimes.
De acuerdo al modelo del florero, que puede ser delgado y elegante; iremos colocando la cantidad necesaria de rosas. Cuando este paso está listo llevamos las rosas a una habitación oscura y fresca, la dejamos reposar por una hora. Con esto lograremos que nuestras rosas duren más tiempo.
Ahora le daremos orden a los tallos, los retiramos del florero y los juntamos desde el más alto en el centro como si fuese un domo. Envuelve los tallos con papel especial para ramos, esto nos permitirá mantenerlos en forma. Atamos con un lazo fuertemente la mitad del ramo para asegurarlo bien.
Una vez que tenemos nuestra decoración, vamos a rosearle un conservante floral líquido para mayor resistencia y ¡Listo! Ya tienes el obsequio más romántico y perfecto.