Una casa en caos refleja la vida personal de la persona que habita en ella. Por ello es de sumamente importante mantener una casa ordenada y limpia, y en realidad no hay que hacer mayor esfuerzo, simplemente organizarnos y optar por pequeños trucos para sentir paz y buena vibra en nuestro hogar.
Lo primero que debemos hacer para que la casa esté ordenada, valga la redundancia es evitar el desorden. Por ello al llegar a casa, guardemos nuestras cosas: los abrigos, los bolsos, etc.
Si trabajamos en un escritorio o comemos en una mesa, luego de realizar la tarea, ordenemos y mantengamos las superficies planas libres de objetos, así se verá el ambiente fresco y amplio.
Es de suma importancia que cada objeto en nuestra casa tenga un lugar a donde guardarse, así evitamos estar arrumando objetos en lugares inadecuados.
Al levantarnos es preciso tender las camas.
Otro aspecto para tener la casa pulcra es limpiar el baño diariamente, y si es posible después de cada uso mejor.
Cuando nos cambiemos de ropa, colguémosla en su lugar, y si está usada, directamente al tacho de ropa sucia.
Diariamente botemos la basura. Además de evitar desorden estaremos libres de malos olores y focos infecciosos.
Después de las comidas, tomemos un tiempo para lavar los platos inmediatamente. Ahorrarás mucho tiempo en vez de dejar una montón de platos para lavar al día siguiente.
Si no hemos tenido tiempo de realizar algunas tareas durante el día, al llegar a casa tomemos 15 minutos para limpiar y ordenar. Este pequeño tiempo puede hacer un gran cambio.
Ser organizado con la casa también significa ser organizados con nuestras vidas, por ello es aconsejable tener una bandeja o cajón a donde guardar documentos importantes, facturas, recibos, etc. Lo que ya no necesitamos podemos ir descartándolo de vez en cuando.
A la hora de cocinar u hornear, aprovechemos en hacer alguna otra actividad de limpieza como barrer, trapear, quitar el polvo, etc. Claro está, siempre debemos estar pendientes de no quemar nuestra comida.
Para no recargar la casa, es bueno tener en cuenta que si vamos a traer algo nuevo, debemos deshacernos de aquello viejo, que no nos gusta o no nos sirve. Aplica la regla de 1 x 2: entra algo nuevo, salen 2 viejos.