El paso de la imaginación a la realidad implica un planeamiento detallado y una ejecución prolija, más aún si lo que se busca es una maqueta que será presentada para una prueba final o para uso profesional. Los pasos previos a realizar una maqueta contemplan el trazado del diseño en papel. Si es que se trata de una maqueta demasiado compleja convendría el dibujo detallado, de por lo menos un cuarto del tamaño de la maqueta final, y otros desde distintos ángulos.
Los materiales a usar serán madera, cartón, papel, metales, espumilla rígida, plástico, metacrilato, etcétera; algunos de los cuales pueden ser reciclados. Las cajas de pizza por ejemplo suelen rendir buen cartón.
Crear una maqueta empieza por establecer el tipo de base que se va a emplear. Suele usarse bases planas, que suponen un terreno sin ningún declive ni elevación, pero se puede variar a voluntad. Lo que sí se debe esperar de la base es que sea resistente, la madera balsa puede usarse tanto en la base como en la confección de las estructuras. Y si bien la base puede ser plana, conviene que tenga una altura de hasta 3 cm, tanto por estética como por facilitar su transporte.
La elaboración de las paredes supone el uso de herramientas adecuadas, una base de goma (ni se te ocurra cortar madera directamente sobre la base de la maqueta o tu mesa de trabajo), un buen cutter y reglas metálicas de distinto tamaño para el corte; una lija plana (puedes pegar una lija a un rectángulo de madera) para el refilado y una jeringuilla de 5 ml para el pegamento, con la punta recortada para una aplicación frontal al momento de unir las piezas.
El dibujo trazado en la base es entonces cubierto por las primeras estructuras. Es probable que para las paredes hayas usado cedro, triplay o cartulina dúplex. En las escaleras y desniveles el trabajo se duplica, ya que la huella y contrahuella de cada grada deben poseer las mismas medidas. Mucho del acabado consistirá en cubrir las paredes con el papel o la cartulina de la textura y el color deseados.
Desde luego, existen varios programas informáticos, como el Autocad que te facilitarán el diseño con vistas previas en la pantalla e impresiones-molde para las distintas partes de tu maqueta, pero la realización física de la misma supone un acercamiento más real a las proporciones y al trabajo de creación.