El rojo es un color relacionado a la riqueza y a la prosperidad, según el Feng Shui. Según la psicología del color es un color cálido de alto impacto.
Existen variedad de tonalidades rojas para pintar la pared, las cuales pueden ir desde el bordó hasta el cereza. Es importante señalar que el rojo es un color clásico, cálido y versátil e intensa que puede combinarse con una gran variedad de colores, como el azul, el negro, el blanco, el plateado, el beige, el gris, el dorado y el marrón. El rojo bordó o vino es una tonalidad oscura, clásica y poco chocante. En cambio el bermellón o pasión puede resultar algo intenso pero óptimo para ambientes vanguardistas y muy amplios, y totalmente evitado para los dormitorios. Por su parte el rojo amanecer, es una color cercano al naranja, que se caracteriza por ser luminoso y activo.
Si pintamos la pared de color rojo, podemos decorar el ambiente con muebles de madera, sofás, sillones reclinables, alfombras, almohadones, etc.
El rojo es un color ideal para las paredes de los dormitorios matrimoniales debido a su asociación con el amor y la pasión, pues confiere una atmósfera romántica, pero también puede usarse en zonas de alto tránsito pues permite romper la monotonía de ambientes, otorgándoles dinamismo. El rojo también puede utilizarse en dormitorios infantiles pues brinda alegría y energía. Eso sí, tampoco hay que abusar del color pues puede llegar a agobiar y saturar, lo más recomendable es pintar alguna pared, pero no todas. También puede aplicarse a la oficina y la sala.