Las paredes acústicas son perfectas para poder aislar los sonidos de una habitación en relación a los demás ambientes de un mismo recinto arquitectónico, lo cual resulta favorable por ejemplo para oficinas, salas de grabación de audio o inclusive dentro del ámbito urbano debido a que cualquier persona podría odiar terminar escuchando cualquier tipo de bulla que proviene de la casa de sus vecinos. Tengamos en cuenta que en la ciudad muchas veces el silencio se convierte en un privilegio, y sería bueno por lo menos que dentro de los lugares en los que nos ubicamos podamos sentir la ausencia de sonidos irritantes.
Para que una pared acústica funcione se requiere de que estas mismas puedan contar con material aislante o bien de otro tipo que más bien se caracterice por poder absorber el sonido. Es así que entre las paredes de una habitación se puede instalar capas de caucho, asfalto o betún, los cuales se consideran como grandes aislantes de sonido por naturaleza. Como dato curioso al respecto, el plomo es el mejor aislante de sonido existente, pero su uso se puede considerar más bien ilegal debido a que puede causar problemas a la salud.