Muy pocos elementos decorativos son tan sorprendentes como un acuario. Su presencia aviva cualquier lugar con sus colores vividos y el movimiento de los peces, a la vez que concentra un punto de atención. Sin embargo, a mucha gente le parece un poco complicado el hecho de tener uno por factores como el espacio que ocupa y el costo que supone. Y es que tradicionalmente, los acuarios se fabrican como grandes bloques de vidrio u otro material, que requieren un gran espacio para su colocación, además de muebles sobre donde colocarlos.
Los acuarios de pared son una alternativa moderna a los tradicionales. En primer lugar, el área que ocupa es mucho menor que los grandes acuarios porque su ancho es más reducido, mientras que el largo en la mayoría de modelos es mayor; es decir, se sacrifica ancho por largo, en función de una vista horizontal o panorámica. En segundo lugar, su traslado y colocación es mucho más simple: hay modelos que se pueden colgar a la pared, sujetados por un soporte metálico muy resistente que imposibilita cualquier desequilibrio, de modo que lucen similares a cuadros en movimiento. La mayoría de acuarios de pared de las diferentes empresas cuentan con un panel eléctrico desde el cual se puede regular aspectos como el la temperatura del agua, el nivel de oxigeno, el nivel de sal, la iluminación, etc.
Por último, el precio de este producto no difiere mucho del de los acuarios tradicionales: pueden haber modelos simples desde 300 dólares hasta los más sofisticados que pueden estar 1000 dólares. Algunas empresas incluyen un kit de mantenimiento y decoración que incluyen redes para atrapar peces, esponjas, pequeños corales, pinzas, cepillo magnético, etc. ,de modo que no tendrá que gastar en dichos accesorios en cualquier tienda de peces; algo que podría ser un gasto significativo.