Los peces son mascotas sumamente apacibles y que requieren de un cuidado menor en la mayoría de casos, siendo prácticamente lo único que vamos a necesitar al respecto es la presencia de un acuario que sirva para que puedan habitar en esta misma, ello gracias a ser un elemento de diseño rectangular, realizado a partir de vidrios sellados con silicona. A diferencia de una pecera, el acuario dispone de condiciones ambientales controladas y estables. Es decir, no tenemos que cambiar cada cierto tiempo el agua pues posee un sistema técnico de depuración. Asimismo los acuarios recrean arrecifes marinos, iluminación especial, bombas de agua, bombas de aire, filtros, control de temperatura, dosificadores de alimentos, etc.
Aparte tengamos en cuenta que los acuarios cuentan como otra característica con la presencia de completa visibilidad de lo que hay en el interior gracias a ser estos mismos de un vidrio resistente, con lo cual cualquier persona en la habitación va a poder ver a los pequeños peces, crustáceos u otro animal de vida marina movilizándose en estas mismas.
Los acuarios por lo general se ubican empotrados en una pared o sobre algún mueble.
No es muy recomendable ubicar un acuario en un lugar con mucha iluminación, pues las algas proliferarán y por ende algunas pestes algáricas. Entonces la ubicación perfecta es un lugar con luz indirecta.
Es importante señalar que los acuarios por ningún motivo deben ubicarse en pasillos o lugares transitados pues es posible que los peces se estresen.