Un método común mediante el cual uno va a poder cuidar el decorado de la cocina es el uso de cuadros decorativos, los cuales tienen como punto a favor que no requieren de una temática demasiado cargada o de demasiada complejidad interpretativa como podría ser el caso de las salas o los cuartos de ocio.
Generalmente los cuadros para cocina son pequeños, siendo característicos por su valor decorativo tal como lo podría ser un adorno sobre una mesa, tan solo que dándole vitalidad a las paredes. Asimismo veamos que la temática que presentan los cuadros destinados a las cocinas cuentan con temas fijos tales como naturaleza muerta, imágenes relacionadas justamente a la comida o el uso de colores cálidos que ayuden a evocar a un ambiente agradable.
Aparte hay que tener en cuenta que los cuadros deben ubicarse en algún lugar que no se vean afectados por la presencia de grasa u otros elementos que le puedan causar algún tipo de daño a la larga. Para poder evitar esto mismo hay que tomar en consideración posicionarlos lejos de electrodomésticos como la cocina, hornos u otros casos similares.