La chimenea ha sido un elemento importante en la historia de la humanidad. Nacido de una necesidad de supervivencia, la chimenea se ha tornado en un eficaz elemento decorativo que ha adquirido formas en la moda decorativa contemporánea. Uno de los tipos de chimeneas que más está teniendo éxito debido a su fácil uso y su propuesta “verde”, es la chimenea ecológica.
Se le llama así por el tipo de combustible que utiliza. Funciona en base a bioetanol, un alcohol hecho de los restos de elementos agropecuarios como cebada, maíz y caña de azúcar. Debido a su proceso de combustión, el bioetanol no necesita de un canal de extracción de aire porque los elementos químicos que bota – vapor de agua y poco CO2 – se adhieren al aire que respiramos; el CO2 que se produce puede ser un poco pesado, pero basta solo abrir las ventanas para que el ambiente se regularice.
Existen muchas ventajas en uso de una chimenea ecológica. En primer lugar, las sustancias químicas que liberan no son tan dañinas y contaminantes como la de una chimenea tradicional; la cantidad de CO2 que libera una chimenea ecológica equivale a lo que libera una planta en una noche. Por otro lado, existen diversos modelos: la chimenea movible con quemador regulable que puede ser movilizado por toda la casa y que viene en muchas formas y diseños; la chimenea de pared, que no necesita de un conducto de ventilación. Asimismo, es de fácil uso ya que se prende rápidamente y no se tiene que esperar como en las chimeneas tradicionales; se apagan solas y son de fácil limpieza. Por último, las chimeneas ecológicas son más seguras ya que no emiten, en el proceso de combustión, chispas que pueden quemar a la persona o quemar objetos.
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