En temas de madera un caso que ha pasado a convertirse en perfecto para los diseñadores es el de la madera laminada, puesta en uso desde hace no mucho más de cinco décadas atrás pese a que su realización va hasta los años finales del siglo XIX, siendo más que nada un producto de creación industrial antes que una especie natural.
Se considera a la madera laminada como de mayor valor estético debido al trabajo realizado sobre ella con acabados en laca y barnices especiales, asimismo también posee una mayor flexibilidad, lo que la vuelve especial para trabajos de diseño.
La madera laminada no tiene mucho de que objetarle a su nombre, siendo justamente una serie de láminas de madera entre los 20 y 50 milímetros de espesor que se pegan mediante cola especial y se prensan para poder formar el producto final. Cuenta con buen número de puntos a favor como el hecho de ser duradera y liviana, pudiendo ser usada para la creación de estructuras que requieran mayor flexibilidad, lo cual será del agrado de diseñadores de interiores, quienes también suelen utilizarla debido a su belleza. Vale la pena destacar que es resistente a cambios drásticos de temperatura, fuego o agentes químicos.