Ya pasaron aquellas épocas en las que el graffiti era visto como una actividad marginal y propia de poco respeto por parte de los círculos artísticos. Hoy en día bien puede servir para expresar todas aquellas necesidades artísticas como si se tratara de la realización de un cuadro, o también puede ser la forma perfecta mediante la cual uno decorar un muro con un estilo mucho más impactante y gráfico, pudiendo plasmar todo aquello que nuestra creatividad y técnica nos lo permita en base a aerosol de colores y algunas cuantas plantillas si se busca algo más definido en imagen.
No debería ser visto como descabellado el poder decorar una habitación con un graffiti, pudiendo ser comparado directamente con lo que son los murales, solo que desde un punto de vista mucho más urbano y trasgresor a lo común. Inclusive es buena manera mediante la cual poder realizar el decorado de negocios cuyo público objetivo es el juvenil, siendo este el que suele sentirse siempre mucho más identificado con esta clase de expresión artística. Aparte también tengamos en cuenta que cada artista de graffiti llega a tener su propio estilo al respecto, teniendo que ver que estilos se adecuan de mejor manera a lo que andamos buscando.