La tendencia del reciclaje útil y decorativo no es una práctica que la mayoría de personas hacen. Normalmente el reciclaje se ve como algo necesario que ayuda al medioambiente, pero no como un método para transformar materiales caseros en objetos creativos y decorativos. Crear lámparas recicladas –y en general reciclar decorativamente- es una experiencia que te permite mejorar tu grado de abstracción, creatividad y sentido estético así como también te da la gran satisfacción de crear algo con tus propias manos y hacer algo completamente novedoso en un contexto en donde todo lo que compramos se produce masivamente.
Hay un sinfín de posibilidades respecto a que crear y solo la imaginación puede ponerle un límite. Las lámparas pueden ser hechas con todo tipo de materiales que se encuentran en casa, o que están destinados a la basura. Se pueden hacer lámparas de cartón de huevo, botellas, papel periódico, anillos de latas, lapiceros, radiografías, cartón de leche, cartuchos de impresora, latas de conservas, jaulas de aves y un interminable etc. Lo importante es tener la mente abierta y ser capaz de ver al objeto en un contexto totalmente nuevo.
Hay muchos grados de dificultad a la hora de crear una lámpara. Lo primero es buscar una imagen mental en la que se visualicen patrones formados por los objetos a reciclar. De ahí se procede a hacer un bosquejo inicial del diseño, que puede ir variando acorde a la dificultad del armado. Al inicio, resultará un poco difícil y frustrante que no todo salga según lo planeado; pero conforme se adquiera más experiencia, todo se irá volviendo más fácil, entretenido y placentero.