Las jardineras de cemento ofrecen no sólo una estructura sólida y un aspecto definitivo, también una gran variedad de formas.
En las tiendas especializadas encontraremos jardineras prefabricadas desde la clásica rectangular con lados en forma de trapecio de 1 m de ancho y 40 cm de alto, o la jardinera en forma de cubo, hasta diseños de vanguardia que aligerarán y llenarán de vida el ambiente en que se coloquen.
También un contratista puede edificar una jardinera en la terraza o el jardín. Se trata de jardineras de obra. Como si se tratase de una pequeña fortaleza veremos levantarse una infraestructura desde sus cimientos, sostenida por viga riostras, con muritos de cemento y arcilla que se desarrollarán dentro de placas de madera durante el encofrado. En este caso se pueden edificar en la jardinera bancos, sistemas eléctricos de iluminación y dispositivos de riego programables.
Para elaboraciones más personales bastará usar aquellos bloques de cemento usados en construcción. Basta medir el agujero del bloque y cortar una madera del mismo tamaño para la base, convendrá recubrirla con imprimante asfáltico para evitar que se pudra. Para darles color a estos bloques el látex será tan útil como el vidrificante para protegerlos de la humedad. Para lograr un efecto de diseño lo apropiado es darles altura y agruparlos de forma creativa.
Tierra de hoja mezclada con vermiculita constituyen un sustrato descompactado y liviano para estas jardineras. Añadiendo superfosfato triple, que actúa en contacto con las raíces, el resultado es inmejorable.
Por último, para muchos resultará asombroso lo tratable que se torna al cemento puesto al servicio de las flores. Y sólo usando un par de moldes de plástico.
El primer molde, más grande y con la forma que se prefiera, es el que va a determinar los bordes externos del cuenco, debe ser cubierto en su cara interna de aceite de cocina con una escobilla. Luego la mezcla de cemento y arena es vertida y se eliminan las burbujas y se nivela la superficie.
El segundo molde, más pequeño, que definirá los bordes internos de la jardinera y el espacio vacío para la tierra y la planta, es también cubierto de aceite de cocina, por su parte externa. Dentro de él se coloca una piedra cuyo peso le permita asentarse en el cemento. En dos días de reposo los moldes podrán extraídos para introducir en su lugar una planta viva. Estas jardineras son ideales para flores de estación, gramíneas o cactus, es decir, plantas de baja mantención.