Por ejemplo, si se quiere tener una reja de metal, se debe tener listo los fierros o el cuerpo de estos que se van a utilizar, teniendo que tener una especie de sierra especial que se encargue de cortarlos para que alcancen el nivel de altura que se desee. Lo que sigue es poder instalarlas enterrándolas en el terreno que se busque, siendo lo común luego dar una pequeña cobertura de cemento para darle mayor solidez. El acabado estético pasa a un segundo plano por el momento, teniéndose primero que estar ante un buen trabajo de instalación.
Algo similar puede ocurrir con el enrejado de madera, el cual también puede requerir de un cuerpo que se encargue de unir a todas las tablas verticales, siendo esto posible de solucionar en relación a poder pegar o clavar tablas de madera en posición horizontal a lo largo de todo el cuerpo del enrejado en cuestión.