El mundo oriental siempre suele sorprender al mundo por su visión contrastante al del mundo occidental. Una de esas sorpresas orientales es aquella habitación que no debe faltar en ninguna casa ni oriental, ni occidental, estamos hablando del baño. Sin embargo, la habitación del baño japonés no se queda sólo en una pequeña habitación con el retrete y la ducha, para los japoneses ésta habitación es una de las más importantes de la casa, puesto que dentro de ella encontramos el espacio de relajación que otorgará el equilibrio al cuerpo y la mente.
Los baños japoneses tienen la característica de ser una habitación que tiene dos estancias, la primera habitación es la que tiene el retrete y el lavadero. En la segunda habitación es donde encontramos la singularidad de los baños nipones, ya que encontramos un espacio donde la persona puede realizar un aseo concienzudo y otra tina que lleva agua caliente que tiene como fin relajar las tensiones del cuerpo al culminar el día. Este sistema de relajación es un acto que lo realizan todos los integrantes de la familia y suele realizarse al finalizar el día o al culminar una jornada laboral.
La tina que tiene como fin contener el agua caliente es un recipiente que está hecho de tal manera que mantendrá el agua muy caliente a este recipiente semejante a una tina se le denomina ofuro. La elevada temperatura es una de las principales características de la tina. Desde la perspectiva occidental esta tina podría tener una gran semejanza con lo que se conoce como aguas termales o el sauna con la diferencia que para los nipones ésta es una tradición que se repite con una frecuencia importante. Esta tina es utilizada por toda la familia con el mismo fin, es decir el de relajar las tensiones diarias.