La cocina asiática, sobre todo la de origen chino e indio, requiere de la presencia de los famosos woks, una clase de sartén especial de mayor tamaño a las comunes, calculándose como el tamaño promedio unos 30 centímetros de diámetro. Su forma también suele ser especial, siendo redonda pero abombada en el fondo, con lo cual se puede tener un mayor control para mover los elementos a cocinar en su interior aparte de también ser un espacio donde se concentra una gran intensidad de calor que es la que termina cocinando los alimentos sin la necesidad de mucho gasto de combustible y energía.