No es que posea una mayor diferencia con otra clase de sofás disponibles en el mercado, pero una buena alternativa es el poder acceder a uno en forma de L, el cual ayuda a poder crear un ambiente algo más cerrado gracias a la estética que posee. Cuando se hace referencia a L entendamos que en vez de ser tan solo recto en uno de sus extremos se le agrega una extensión que ayuda a crear una figura con un ángulo de 90 grados.
Esta forma ayuda a que en base al sofá se cree un ambiente algo más cerrado y por lo tanto íntimo, siendo favorable en un grupo de amigos por ejemplo para que puedan sentarse de forma mucho más cómoda para poder conversar. Otra utilidad para esta clase de sofás es el poder acoplarse de buen modo en la esquina de cualquier habitación del hogar, viéndose mucho mejor y ahorrando espacio en comparación a tener que ubicarlo contra la pared pero específicamente centrado.
Por último tengamos en cuenta la posibilidad de de encontrar juegos de sofás en L pero con la peculiaridad que la parte sobresaliente se encuentra a parte, es decir, es una pieza separada pero con el mismo acabado estético, lo cual brinda una mayor libertad con respecto al espacio.