Una parte muy importante del exterior de nuestras casas y que a veces pasa desapercibido por su uso frecuente es la puerta. Al momento de remodelar este elemento debemos considerarlo un centro de atención artístico para el exterior. Las puertas representan una buena primera impresión para el hogar y la propiedad. Con algo de ingenio y buen gusto podrás escoger la puerta idónea para ti.
Debemos tomar en cuenta que las puertas poseen una variedad de estilos. Existen desde las más sencillas a las más excéntricas y adornadas, pero recuerda que no todos los estilos son adecuados para tu casa. Mucho dependerá el tamaño, el ambiente y la zona donde esté ubicado el inmueble. Si deseas que la puerta que vas adquirir dure mucho tiempo, pero vives en una zona húmeda o va tener un uso frecuente; será mejor que consigas una de acero. Esta resulta más fuerte que una de madera o de fibra de vidrio, ya que no se van a deformar o agrietar.
Pero si lo que buscas es la belleza natural y sencilla, o eres dueño de una bonita casa histórica, la puerta que te conviene para engalanar tu exterior es una de madera sólida. Con ella lograremos un toque tradicional. Toma en cuenta el tamaño y tupo de casa que poseas, ya que las puertas que pesan mucho y son muy ostentosas dan un efecto abrumador en una casa de tamaño sencillo.
Si el presupuesto no da para mucho, solo tendrás que actualizar tu puerta de exterior. Para ello bastará con una o dos capas de pintura. Selecciona un color llamativo que contraste con la casa, pueden ser tonos amarillos, azules o negros (si la casa está pintada de blanco).
Los elementos que acompañarán la puerta pueden ser manijas, cerraduras, que sin son cambiados o pulidos dan nueva vida a la puerta de exterior. En caso sea una puerta grande usa elementos de hierro forjado, especialmente si está hecha de madera natural. La seguridad también es importante y en el mercado ya existen elementos que protegen la cerradura de nuestra puerta y que poseen un toque estético muy fino.