Seguramente desde muy pequeños hemos aprendido a dibujar las casas con un techo en forma de angulada como si se tratara de una V invertida pese a que seguramente en donde vivimos quizás no abunden como estilo arquitectónico. Bueno, a esta clase de techo se le suele conocer como a dos aguas, lo cual hace referencia al hecho de ser creados en base a esta forma específica para poder hacer que las precipitaciones de lluvia, granizo o nieve corra hacia ambos lados. Esto se suele utilizar justamente en espacios donde existen lluvias de alta intensidad, siendo mucho más favorable que un techo plano, en el cual al fin al cabo se puede empozar el agua, resultando letal debido a que por el peso mismo puede terminar cediendo y causando accidentes.