Pase al paso del tiempo un estilo que nunca va a perderse con relación a los sofás viene a ser los que se encuentren cubiertos de piel, una tendencia que se ha podido adaptar con facilidad a distintas épocas. Desde las casas más lujosas hasta las de acabado rural, el uso de pieles es el preferido de muchos debido a tener una mayor resistencia en comparación a otros acabados, aunque claro, requiere de una mayor inversión y cuidados distintos con relación a los de tela, aparate también podemos denotar su buena complementación con otra clase de materiales como pueden terminar siendo estructuras de madera o hierro.
Tengamos en cuenta que en muchos casos cuando uno se pone a hablar de un sofá de piel está refiriendo a un sinónimo de lo que viene a ser un sofá de cuero; pese a ello también hay casos en los que también suelen representar piel en el sentido más literal, de esta manera hallamos modelos con cubierta de piel de vaca u otro animal en un estado no tan tratado como el cuero común, lo cual le da un aspecto mucho más rústico y campestre. Sea cual sea el tipo de piel de nuestro sofá evitemos que estos se encuentren cercanos a focos de calor como una ventana o bien un sistema de calefacción, esto suele dañarlos.