Cuando se requiere pintar una superficie, siempre hay que buscar la pintura más adecuada para ésta. Para pintar suelos y pavimentos debemos contar con una pintura especial para pisos, tanto para interiores como para exteriores. La pintura además de brindar un bonito decorado, ayuda a proteger y renovar los suelos.
Existen diversos tipos de pinturas para suelos como las epoxy, las acrílicas, las poliuretanos, las masillas y las pinturas de tráfico, los cuales sirven para pavimentos de hormigón, cemento, entre otros. Este tipo de pinturas tienen alto grado de resistencia a la abrasión producida por el tránsito de las personas. También proporcionan fijado del soporte, evitan el polvo, y tienen alta resistencia a las rayas, golpes, abrasions y picados.
Haqy que tener en cuenta además a la hora de elegir la pintura es decidir con qué tipo de disolvente prefieres trabajar, pues algunas pinturas te lo permiten. Este aspecto es importante por ejemplo cuando pintas sótanos o espacios cerrados, o bien cuando la pintura va a estar en contacto con alimentos. En estos casos te convendrá pensar en una pintura que se diluya con agua.
Para los suelos de madera, lo más habitual es emplear pinturas de poliuretano. Pintar suelos de madera es una alternativa original y que puede resultar como un restaurador del parquet. Se debe limpiar bien la superficie a pintar y corregir los desperfectos del suelo con una pasta reparadora antes de iniciar el procedimiento. También se debe lijar la madera.
Para los suelos de cemento, se recomienda aquellas pinturas por impregnación del soporte, puede ser una pintura acrílica o clorocaucho. Si el suelo está pulido, se deben de abrir los poros y, para ello, el procedimiento más simple es el de frotarlo con un cepillo metálico, con una lijadora o con una granalladora. Se limpia previamente con detergente antes de pintarlo. En el caso de suelos muy bien acabados, resulta más sencillo aplicar directamente un impermeabilizante.
Para pintar cualquier tipo de pisos se debe hacer uso de rodillo o brocha. La primera mano siempre se da bien diluida para que impregne lo máximo posible el soporte. Es aconsejable en algunos casos utilizar imprimación de adherencia antes de la pintura para endurecer y fijar el color.