Normalmente todos tienen en casa una que otra planta y casi en todos los casos dicha planta está en una jardinera de barro. Sea por costumbre o por desconocimiento, no muchas personas saben que hay una alternativa que presenta varias ventajas respecto a la tradicional jardinera de barro: la jardinera de plástico.
En primer lugar, la jardinera de plástico evita que se disperse el agua como si sucede en las jardineras barro, debido a sus paredes porosas. Esto implica que las plantas en una jardinera de plástico deben ser regadas con menor frecuencia que las que se encuentran en una de barro. Por otro lado, las jardineras de plástico son mucho menos pesadas y resistentes que las de barro, por lo que se pueden movilizar con facilidad. Un tercer aspecto tiene que ver con la estética de las jardineras; en las de plástico hay mucha mayor variedad de colores y diseños que en las de barro, a las que solamente vemos en el típico color terracota. Un cuarto punto a favor tiene que ver con el beneficio que produce las jardineras de plástico respecto a la concentración de calor en las plantas, lo que puede ser un beneficio para plantas de climas cálidos en lugares fríos. Por último, el factor precio es un elemento a favor de las jardineras, ya que, por lo general, son mucho menos costosas que las de barro, cemento o madera.
Algunos de estos beneficios pueden ser relativos cuando nos enfocamos en el tipo de planta. La concentración de calor, por ejemplo, puede ser perniciosa cuando se trata de una planta que no necesita de temperaturas altas. La concentración de humedad en las jardineras de plástico puede, asimismo, ocasionar que las raíces se pudran por más que la jardinera de plástico tenga un sistema de filtro. Es aconsejable, por lo tanto, reconocer si un tipo de planta requiere atenciones especiales.