Toda casa de campo debe contar con un estilo estético que saque a sus habitantes de la rutina urbana en la que viven, para ello lo mejor es recurrir a elementos que forman parte comúnmente del ambiente rural o natural. Las fachadas de las casas de campo no pueden considerarse como la excepción a la regla, existiendo algunas cuantas nociones que valdría la pena no olvidar al respecto para un mejor acabado final.
Antes que nada, piensa en la madera, un material preciso para lo que es la vida en el campo. La madera nos hace rememorar los bosques. Se puede usar la madera para crear una puerta de carácter rústico, dinteles o bien paredes que se encuentren cubiertas de este mismo material. Algunas de las maderas más solicitadas son el roble, el castaño, el cedro y el pino.
También se puede optar por el ladrillo en su estado más rústico así como las piedras, éstas últimas sobre todo en arcos, dinteles y esquinales. También se puede hacer uso del hierro forjado para barandas y rejas.
Para los techos se recomienda optar por tejados, los cuales dan la sensación de rusticidad. Los techos con pendiente y a dos aguas también definen la arquitectura rural. Asimismo en la zona de los techos es común encontrar chimeneas.
No olvidar tampoco el uso de diversos tipos de plantas para decorar parte del perímetro del hogar, ayudando a brindarle mayor suavidad a la casa.
Si se quiere pintar la fachada, se recomiendan los tonos terrosos o minerales que combinen con el paisaje.
Los balcones y grandes ventanales también son característicos de las fachadas rústicas.
muy bonitas en verdad unos diseños que a cualquier persona de buen gusto le gustaria tener
Me encantan las casas de campo rústicas, sobre todo aquellas que están diseñadas con piedra y madera. He visto en las fotos casas que brindan un ambiente cálido, pero también otras con diseño más contemporáneo y vanguardista.