En estos tiempos donde proteger el medio ambiente se ha vuelto la consigna principal del hombre, muchas alternativas para aminorar los efectos del cambio climático parten de ser una población más responsable. Esto ha dado cabida a una serie de actividades en pro del cuidado de nuestro planeta una de ellas es el “reciclaje de papel” de la cual hablaremos en este post explicando mucho mejor el concepto.
El reciclaje de papel es el proceso de recuperación de papel ya una vez utilizado para convertirlo en nuevos productos de papel. En la actualidad existen tres categorías de papel que se pueden emplear como materia prima para papel reciclado: molido, desechos de pre-consumo y desecho de post-consumo.
Cuando hablamos de papel molido nos referimos a los recortes y trozos de papel derivados de la manufactura del papel y se reciclan internamente en una fábrica de papel. Los desechos pre-consumo son los materiales que ya han pasado por la fábrica de papel y que han sido rechazados antes de estar listos para el consumo. Los desechos de post-consumo vienen a ser materiales de papel que ya cumplieron una función y que el consumidor desecha, como por ejemplo viejas revistas o periódicos, material de oficina, guías telefónicas, etc.
El papel se logra reciclar reduciéndose a pasta de papel y combinándolo con nueva pasta derivada de la madera. Debido a que el proceso de reciclaje genera la ruptura de las fibras cada vez que se recicla papel, la calidad de éste disminuye. Esto significa que se deben añadir un elevado porcentaje de nuevas fibras o será sinónimo de productos de menor calidad.
Casi todo tipo de papel se puede reciclar en la actualidad, si bien es cierto que algunos resultan más difíciles que otros; los papeles cubiertos de plástico y aluminio y los papeles encerados, pegados o engañados normalmente no se reciclan por el elevado costo del proceso.