Un restaurante de lujo le debe su nombre no tan solo a las comidas que se sirven dentro de él, también hay que otorgarle estas características a su acabado estético, teniendo que notarse en cada elemento presente que se está en un lugar especial. Lógicamente esto va a significar una elevada inversión, pero es necesario en uno de estos lugares.
Todo restaurante de lujo se caracteriza por contar con ambientes de amplio tamaño, siendo otro punto a no olvidar. Esto hay que tomarlo en cuenta ya que la privacidad y el espacio se vuelven fundamentales en estos destinos, siendo así que se va a tener que contar con salones amplios que otorguen la posibilidad de movilización. De igual manera otro factor importante es la iluminación, la cual tiene que ser clara y cálida, aunque en muchos casos depende del tipo de restaurante que se posea, siendo así que los más rústicos van a requerir de algo más intimista mientras los que buscan una imagen más dinámica de luz blanca, pudiendo provenir de una araña en el techo.
En cuanto al tipo de muebles a utilizar, también depende mucho de la imagen del restaurante, habiendo algunos que son más modernos (y por lo tanto vanguardistas) que otros más clásicos, que aprovechan la presencia de muebles antiguos.