Las lámparas de mesa son elementos de la iluminación de interiores, utilitarios y ornamentales que transmiten con gran facilidad una propuesta estética al ambiente en que se encuentran. Basta que cuenten con un soporte para mantener elevado un bombillo y que tenga una extensión al tomacorriente, a partir de ese punto el diseño puede variar de formas infinitas.
Una clasificación básica sería la división entre las tradicionales y las alternativas o de diseño. Entre las primeras contaríamos a las anteriores al uso de la energía eléctrica, que emplean como combustible un líquido oleoso, como la bizantina de mecha flotante o la legendaria lámpara árabe. En 1856 un científico polaco, Ignacy Lukasiewicz, construyó la primera lámpara de querosene. Entre ellas, el quinqué es un ejemplo perfecto de las lámparas de mesa tradicionales. Ya con el uso de la corriente eléctrica se produjeron masivamente lámparas estructuradas con una base, un bombillo y un fanal, que solía consistir en un vitral y presentar motivos florales. Lámparas que hoy en día son tradicionales y modélicas son las que Louis Comfort desarrolló para la casa Tiffany´s.
El diseño de las lámparas tradicionales puede contener adornos o retoques, tener cierto estilo barroco o afrancesado o más bien desarrollar lineamientos geométricos. Son clásicas las bases de metal o de madera, la estructura de balanza, los flecos y las incrustaciones de piedras en los bordes, y las cortinas cruzadas como pantalla.
Y como propuestas tradicionales para las mesas de trabajos tenemos a las de base mecánica, con algún resorte o bisagra para desplazarlas. En ellas el aluminio funciona bastante bien. No menos icónica es la lámpara de banquero, que con su vidrio verde y cadena dorada reverbera calidez, nostalgia y madurez en cada despacho en que se enciende.
Alternativamente se han creado lámparas de diseño, a gusto del creador o pensadas para un público específico, con distintos materiales y modo de función, pudiendo por ejemplo representar la imagen de un personaje famoso, alguna parte de la anatomía humana, un objeto o formas abstractas, minimalistas o complejas. En ellas la espontaneidad y la originalidad son factores determinantes, pero también suelen invocar un sentido ecológico de ahorro de energía y calor.
Hay aquellas que se caracterizan por hacer un espectáculo de la luz que irradian, combinando colores en sus fanales, o imprimiéndoles rasgaduras y figuras caleidoscópicas. También se le aplican mecanismos de movimiento, del tipo caleidoscopio, por ejemplo.
En cuanto al material puede variar ostensiblemente, habiendo sido posible construirlas con fibras naturales, con frutas, con materiales reciclados como cartón y papel reciclados, pero también con cintas de casette.
La casa de diseño Hopf & Wortmann, por ejemplo se enfoca en la forma del bombillo, propio de diseños de inspiración «atómica», con vidrio blanco, que hace de los bulbos de luz una cadena de adn en su modelo DNA Table Lamp. La agencia Kyouei Design, por su parte, retoma formas tradicionales con materiales locales de Japón. El resultado, una lámpara de papel que se despliega como un libro, posee una textura única y confiere de armonía, elegancia e intensidad a su entorno.
Elegir una lámpara tradicional va a prestar calidez, iconicidad, al ambiente que de su hogar. Elegir una lámpara alternativa es introducir un elemento de sorpresa y personalidad. Usted decide.