Las medidas ya suelen venir preestablecidas, siendo lo más común hallar los de un metro por cincuenta centímetros o metro veinte por sesenta centímetros, todo dependiendo del tamaño de la cuna en sí. Otro punto destacado es el material de la cuna, es aquí como hallamos como los más comunes a los de goma espuma, al fin al cabo no tan recomendables pese a ser económicos ya que pueden convertirse en hogar de microorganismos que pueden ser perjudiciales en los bebés debido a ser más sensibles a estos agentes externos. Los de látex o viscolástica se vuelven una buena alternativa debido a tener mayor adaptación al cuerpo del bebé, siéndole mucho más cómodos.