Desde la antigua leyenda del rey Arturo, la mesa redonda ha simbolizado un espacio en donde las personas se sienten para compartir, donde la distribución es igualitaria, proporcional y donde las personas se sienten más cercanas. Los comedores rectangulares, por el contrario, tienen dos cabeceras de mesa, y la distribución es jerárquica; por lo que se perciben como muy rígidas. Además, coloca a las personas en una posición muy directa: frente a frente, lo cual puede generar un poco de tensión. A la hora de escoger una mesa comedor, ¿No convendría tener un espacio en donde todos se sientan más cercanos?