La arquitectura rococó es aquella que surgió y se desarrolló durante el siglo XVIII en París, entre las décadas de 1730 y 1760 como reacción en contra de la grandeza, la simetría y las estrictas regulaciones del Barroco. Fue muy utilizado en las construcciones de carácter religioso.
Con el pasar del tiempo, el neoclasicismo se impuso al rococó, llevándole a desaparecer en las grandes capitales.
Características
La arquitectura rococó mantiene el empleo de adornos, pero incorpora una decoración profusa con la inclusión de volutas y formas de hojas de acanto, y con motivos más jocosos y formas orgánicas asimétricas.
Utiliza tonalidades claras, curvas y revestimientos de pan de oro, dando lugar a un estilo más elegante y más complejo que el barroco.
Uno de sus rasgos más característicos es la variación arquitectónica entre el exterior y el interior de los edificios.
Estructuralmente, la forma predominante consistía en la proyección de un pabellón central de planta circular del que partían dos alas de menor altura y de planta curvada. Dicha curvatura daba lugar a planos oblicuos los cuales transmitían la sensación de movimiento. De igual modo, otra tipología edificatoria consistía en la construcción de pabellones contiguos, poniendo en sintonía ornamentación mural, mobiliario y colores.
Las fachadas exteriores son sencillas, lisas, en forma circular y rodeadas de jardines o parques naturales. En fachada se abandonan la aplicación de los órdenes clásicos, las ventanas van incrementado su tamaño hasta la puertaventana, dando lugar a una relación entre interior y exterior que alcanza el concepto de mímesis con respecto a la naturaleza. Las ventanas arqueadas sustituyen a los marcos en ángulo recto.
Asimismo, no reniega de las formas clásicas como los arcos, las columnas, los frisos o los frontones, aunque sí conduce a que éstas se vean modificadas estéticamente para adaptarse al conjunto. Un ejemplo de ello son las columnas salomónicas, entorchadas o helicoidales, las griegas y romanas.
En cuanto a revestimientos y decoración mural, los mármoles y las grandes pinturas se ven sustituidas por los estucos. Asimismo se da el uso de espejos para crear la sensación de espacios más amplios, a la vez que buscando sugerir el infinito. Aparece en reformas de palacios, apreciable a través de escaleras, balaustradas y vestíbulos de los salones.
En decoración interior, se suprimen las divisiones arquitectónicas de arquitrabe, friso y cornisa. Los interiores son cargados, ostentosos y representantes de fantasías.
Entre los materiales más empleados destacan la madera tallada, el hierro y el bronce.
Edificios Emblemáticos
• Pabellón de caza de Stupinigi
• Palacio Czapski
• Palacio de Versalles
• Palacio de Schönbrunn