Si se quiere tener una oficina elegante y que cause gran respeto ante la gente que va hacia ellas hay que tener en cuenta que la ostentación de gran cantidad de objetos no resulta favorable, razón por la que debemos pasarnos a otra clase de estilos que presenten mayor sofisticación, como el minimalista.
Las empresas modernas suelen optar por el estilo minimalista para sus oficinas, donde se suele optar por una iluminación clara para crear un ambiente especial, teniendo que tener focos blancos para ello. Asimismo se suele recomendar el uso de tonalidades claras en los muebles y paredes del ambiente, pudiendo ser los primeros inclusive metálicos, tomando además el uso de un color extra mucho más vivo que pueda en tono pero sin que llegue a resultar saturado.
Hay que saber manejar los espacios, optando por lo general por habitaciones de tamaño amplio, o que por lo menos no se encuentren lo suficientemente cargadas en objetos, siendo la clave del éxito en el asunto el poder saber posicionar algunos de estos mismos y escogerlos para que encajen perfectamente con el resto del decorado. También hay que tener en cuenta el mantenimiento de una imagen moderno en cada objeto presente, siendo fundamental al respecto.