El amarillo es un color arriesgado, sin embargo no hay por qué tener miedo de usarlo pues es un color que le puede brindar a la casa mucha luz, amplitud y dinamismo. A continuación veremos algunas buenas ideas para decorar interiores con amarillo.
El amarillo es un color que incita a la comunicación entre las personas y el buen humor, por lo que es óptimo para zonas comunes como sala, cocina, comedor, pero también para habitaciones y baños. Hay que tener en cuenta que las tonalidades demasiado intensas pueden llegar a ser agobiantes y causar nerviosismo.
El amarillo puede usarse para pintar paredes y tapizar sofás y no sólo utilizarse como complemento. Las tonalidades de amarillo más usadas son los tonos vainilla, maíz y los ocres.
¿Cómo combinarlo?
El amarillo combina con verdes, naranjas y marrones, pero también podemos contrastarlo con otros tonos como violetas, purpuras, rojos y azules. Es importante señalar que los colores neutros como el blanco, el gris y el negro, siempre quedarán muy bien. El color amarillo va súper bien con maderas oscuras y claras.
En el caso específico de la cocina, puedes optar por colocar azulejos que combinen con el color amarillo, y agregar cortinas o manteles con detalles en amarillo o simplemente optar por adornos como recipientes, floreros, juego de mesa, servilletas, sillas, etc.
En el caso de los baños, el amarillo puede ser útil para baños pequeños. Puede combinarse muy bien con el color blanco.
