El plástico es un material que a lo largo del siglo XX logró consolidarse como uno de los más prácticos en diversos ámbitos de la vida cotidiana, estando así visible en productos de uso diario, como podría ser un peine, como también en lo decorativo, lo cual es lo que más nos importa hablar en esta ocasión.
El plástico se puede amoldar a cualquier tipo de forma y objeto, siendo de esta manera que lo hallamos siendo el material principal para tanto floreros como también sillas de diseño vanguardista. Siendo un material que se puede considerar barato no entrega mayores problemas, inclusive puede ser el reemplazo para otra clase de materiales que bien se podrían considerar como tradicionales, por ejemplo la madera, dando una imagen más compacta y de color entero.
Gracias al plástico los hogares actuales pueden decorarse de maneras sumamente variadas y creativas, pasando desde simples elementos menores realizados en serie hasta elementos de diseño. Pese a ello, cuando no se presenta mayor presencia de finalidad artística en los objetos de plástico no se le suele brindar un mayor reconocimiento.
Inclusive en algunos casos se le puede enseñar a reciclar a los niños en base a la reutilización de botellas de plástico para poder convertirlas en floreros u otros elementos de modo similar.