Estamos acostumbrados, ya sea por falta de tiempo o interés, a delegar todas las actividades de reparación, instalación o limpieza a personas especializadas. En realidad muchos de los trabajos son simples de hacer y no exigen un gran esfuerzo o uno muy especializado; solo hace falta un poco de lógica y, sobretodo, la disposición de hacerlo. Hacer un trabajo eléctrico con tus propias manos -como instalar un timbre, por ejemplo- es satisfactorio, a la vez que te ahorra tiempo y dinero.
Para instalar un timbre lo primero que se tiene que hacer es desconectar la corriente de la caja central de electricidad. Luego se tiene que evaluar donde irá el timbre – si lo que se va a realizar es un reemplazo, no habrá problemas en encontrar un lugar -.
Se necesita un cable paralelo para conectar la caja central con el timbre. Paso siguiente, se tiene que llevar el cable hasta donde se desea conectar el timbre. Es preferible, por razones estéticas, ocultarlos por medio de molduras.
Luego, se tiene que hacer huecos con taladro para instalar el nuevo soporte del timbre a la vez que se utilizan tacos y tornillos para sujetarlo – si es que el timbre tiene un diseño especial, deberá haber una lista de pasos para instalarlo -.
Como paso siguiente se tienen que conectar los cables: previamente se pelan para que puedan hacer contacto con la electricidad. Una vez hecho esto se procede a engancharlos o atornillarlos: dos -o uno, dependiendo del sistema- van a la fuente de electricidad de 220 V y los restantes, van al pulsador, que es el mecanismo que produce el sonido de campana. Finalizado esto, se pone la carcasa, se atornilla y listo.